martes, enero 28, 2014

LOS ÚLTIMOS DÍAS / POR SANDILU

miércoles, 3 de abril de 2013

http://sentimiento-creativo.blogspot.mx/

LOS ÚLTIMOS DÍAS


**NOTA: No acostumbro incluir en mis textos temas teológicos; sin embargo, intento escribir cada idea o argumento que se me viene a la mente para no dejarla "divagando" y para ir atrayendo inspiración. Y con el motivo de la recién pasada semana santa, he aquí un relato muy ad hoc....**

Cansado de tanto andar, Jesús se sentó a contemplar el paisaje desde lo alto de una colina. Su Padre, al ver su tribulación, decidió bajar a darle consuelo. De pie, detrás de su Hijo, colocó suavemente la mano en Su hombro y le dijo:
- Hijo, sé de tus preocupaciones; pues como humano, es normal que sientas temor y desesperanza. Mira otra vez a la Tierra y te mostraré el futuro de la humanidad.

Hizo un movimiento con el brazo, y Jesús contempló horrorizado un planeta lleno de hombres y mujeres fríos de corazón y carentes de alma. Se percató de las matanzas, las injusticias, las guerras, la corrupción; y no pudo más que cerrar Sus ojos y voltear hacia otro lado. Colmado de impotencia, de angustia y enojo, se dirigió a su Padre.
- ¿He de sacrificarme de la manera más cruel por estas criaturas egoístas y malvadas? ¿Qué sentido tiene salvarlos si van a terminar matándose y odiándose unos a otros?....
Su Padre lo miró con serenidad, le sonrió y contestó:
- Vuelve a mirar, Hijo mío; pero esta vez, intenta ver un poco más allá... presta atención...
Dudoso, Jesús dirigió nuevamente Su mirada a la Tierra; pero esta vez, lo que sus ojos contemplaron fue algo muy diferente: madres y padres velando el sueño de hijos enfermos; médicos y enfermeras salvando cientos de vidas cada día; niños y jóvenes sacrificando horas de sueño para ser más capaces y menos ignorantes; hombres y mujeres pasando por encima del cansancio y la enfermedad para ayudar a quienes todo lo perdieron en algún desastre, personas luchando por los derechos propios y ajenos... 
Sin poder apartar la mirada de tantas muestras de amor, de apego y fortaleza, una lágrima rodó por su mejilla, mientras tomaba la mano de Su Padre, que aún tenía en su hombro.
- Ya lo ves... Tu sacrificio será por esta otra Tierra que te acabo de mostrar. Cierto es que existen personas mezquinas, pero por cada uno de ellos hay miles que darían la vida por su prójimo. Se trata de una dualidad: No puede existir el bien sin el mal, como no sobreviviría el día sin la noche. ¿Entiendes ahora el por qué de tu sacrificio?
Jesús se sintió invadido por una paz absoluta; y en los ojos de su Padre encontró el consuelo que tanto anhelaba. 
- Haré aquello para lo que he venido a este mundo; y cuando esté sumido en la más completa oscuridad y en el más profundo dolor, vendrán a mi mente las imágenes que me has mostrado. Porque mientras haya un solo hombre, una sola mujer que aún tenga fe y esperanza, habrá valido la pena.
Su Padre sonrió, a manera de despedida.
- Recuerda, mi querido Hijo, que lo más importante para el ser humano es tener fe.... la fe y la confianza en sí mismo es más importante aún que aferrarse a nosotros; porque después de la fe, viene el trabajo y el sacrificio; y luego de éstos la más grande recompensa.
Así, después de un abrazo fraterno, el Padre dejó a su Hijo continuar su fatigoso camino para cumplir su destino entre los hombres. Pero esta vez, como lo dijo Jesús, habrá valido la pena.

No hay comentarios.: