Pintos Bello, José de Jesús
Después de cursar la educación primaria, hizo estudios de teneduría de libros (que la Real Academia Española define como el “arte de llevar los libros de contabilidad”).
Si bien no tomó lecciones de música, quienes lo conocieron recuerdan que “tocaba el piano como un profesional”. También se distinguió como ejecutante del violín, la guitarra y la mandolina.
A partir de 1918, su desempeño laboral se centró en el ejercicio de la fotografía. Hombre de una sencillez a toda prueba y de un talento singular, hizo de ese oficio una verdadera profesión. Dedicó gran parte de su vida a captar en imágenes diversas el esplendor del paisaje, las formas de vida, las costumbres y los hechos sobresalientes del Acapulco de los años 20, 30 y 40 del siglo pasado. Su obra se difundió ampliamente y contribuyó a darle fama mundial al puerto.
En el Instituto Nacional del Derecho de Autor (dependencia de la Secretaría de Educación Pública), con el número 03-2008-102910461200-01, quedó registrado el 11 de noviembre de 2008 el acervo fotográfico que conserva su nieto (quien, por cierto, lleva el mismo nombre del abuelo). Se trata de 286 fotografías que, bajo el título de “El Acapulco antiguo de J. J. Pintos”, lo mismo retratan hoteles (Papagayo, La Marina, El Mirador), que edificios públicos, casas particulares, playas (Caleta, Caletilla, Los Hornos, Puerto Marqués), barcos, el muelle fiscal, La Quebrada, El Malecón, la laguna de Coyuca, el farallón del Obispo, diferentes especies marinas (peces sol, peces vela, mantarrayas, tiburones), pescadores, personajes porteños, manifestaciones de apoyo al Gral. Lázaro Cárdenas en 1938, etcétera.
El 27 de noviembre de 2008, en la Casa Guerrerense del Distrito Federal, sita en Pacífico 57, delegación Coyoacán, se inauguró la exposición J. J. Pintos y la Visión de su Lente. Es uno de los más recientes homenajes que se le han ofrecido a este excepcional fotógrafo de Acapulco.
(CCL)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario