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México.- El ritual y el colorido de la ofrenda para el Día de Muertos, es, tal vez, una de las tradiciones más famosas de México, y aunque hay una similitud entre los elementos esenciales en cada región del país, también existen diferencias según la región.

El motivo de la ofrenda es compartir con los difuntos, el pan, la sal, las frutas, los platillos tradicionales de México para que exista un diálogo entre los vivos y los muertos más recordados.

A pesar de tratarse de una fiesta mexicana, existen algunas mezclas culturales: los europeos le integraron las flores y las velas, mientras que los indígenas añadieron elementos como la flor de cempasúchil.

La ofrenda de muertos debe tener varios elementos esenciales. Si faltara tan sólo alguno, se pierde parte del encanto espiritual.

LOS ELEMENTOS MÁS NOTABLE DE LA OFRENDA

Las cruces, los crucifijos, rosarios e imágenes de santos son de los elementos agregados por los evangelizadores españoles con el fin de incorporar el catolicismo en la tradición mexicana.

La cruz se coloca en lo alto al lado de la imagen del difunto para la purificación del espíritu.

También se acostumbra que sobre el altar se coloca la foto o las fotos de aquellos seres a quienes les dedicamos la ofrenda, como una anticipación a la visita de las almas a su hogar.

Otros de los elementos que no pueden faltar es el agua, que representa la fuente de vida que se ofrece a los difuntos para mitigar la sed tras el largo recorrido. En algunas culturas simboliza también la pureza del alma.

Por otro lado, el uso de las velas y las veladoras se asocia con el significado de la luz, la fe, la esperanza. Es la guía para que las ánimas lleguen a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su hogar.

En algunas comunidades indígenas representa un difunto, por lo que el número de velas o veladoras en el altar dependerá de las almas que quiera recibir la familia.

Por último, las flores se usan con el objetivo de adornar y aromatizar el lugar durante la estancia de la ánima, y al marcharse se podrá ir contenta.

En algunos sitios de la República Mexicana incluso se ponen caminos de pétalos que sirven para guiar al difunto a la ofrenda.