La canción “Vive” (1976) tiene un significado muy especial para el cantautor José María Napoleón, le ha traído experiencias muy significativas en su vida personal, así como en su carrera como cantante. Actualmente la eligió para encabezar su más reciente producción discográfica, con la cual regresará al Auditorio Nacional el 11 de septiembre.

En una charla para hablar de sus proyectos a futuro, José María Napoleón se dio el tiempo para recordar con beneplácito a un joven, quien después de estar postrado en una silla de ruedas, gracias a la letra de “Vive” recuperó las ganas por caminar otra vez. Rememoró también cuando se la cantó a una mujer en su lecho de muerte y ésta reaccionó.

Por estas razones, además de varias anécdotas igual de poderosas, el intérprete decidió tatuarse la palabra en su pecho. Animado, relató cómo durante tres años una de sus hijas le pidió marcarse la piel con tan representativo homenaje. Luego de estar renuente, finalmente lo aceptó y ahora presume el diseño con mucho orgullo.

Luego de compartir sus recuerdos, Napoleón aceptó lo importante de dejar en impreso esas vivencias, por lo cual adelantó que está preparando la publicación de sus memorias para darle continuidad al texto Yo sólo quería ser torero (2014), sin embargo, descartó aceptar la filmación de sus experiencias ni para la televisión o el cine.

"Lo decidí porque hay muchas personas que me preguntan cosas y han compartido otras tantas conmigo. Hay situaciones que valen mucho la pena, le pueden servir a un joven que haya desviado los pasos y (al leer mis experiencias) pueda recuperar el camino. Ya las estoy haciendo con mucho cariño.

"No me gustaría (ver su vida en televisión o cine), creo que las personas saben lo que uno ha sido, lo que uno expresa en las canciones. Hay cosas que por respeto y enorme cariño a la familia uno tiene que guardar para sí. Nunca he sido motivo de (escándalos), siempre he tenido en su lugar cada cosa", expresó el cantante.

En sus autobiografía Napoleón compartirá incluso lo vivido en su ausencia en los escenarios, así como un regreso no tan extraordinario: aceptó cantar en el Fiesta Latina de Puebla por 30 mil pesos; además de su pasión por la arquitectura, ha construido 22 casas, y su idea de un retiro “digno, que mi voz no se rompa. No quiero llegar a estar cansado”, finalizó.