Se cierra el telón para Joaquín Capilla
MÉXICO, D.F., mayo 8. El máximo medallista olímpico mexicano, el clavadista Joaquín Capilla, falleció la noche de este sábado en el Distrito Federal a la edad de 81 años, víctima de un infarto.
Los servicios de atención médica acudieron hasta donde se ubicó su domicilio para tratar de ayudar, pero ya era demasiado tarde, el gran Capilla había dejado de existir.
Capilla, quien fuera uno de los atletas más carismáticos en la historia del deporte mexicano, consiguió cuatro preseas en Juegos Olímpicos, siendo su actuación más importa la justa de Melbourne 1956 donde cosechó un oro y bronce.
En Londres 1948 se colgó la plata, mientras que en Helsinky 1952 se hizo de otra medalla de bronce.
Es el único mexicano que ha sumados dos preseas en unos solos Juegos Olímpicos.
Fue tanta la popularidad de esta clavadista nacido el 23 de diciembre de 1928 en la ciudad de México, que fue invitado a participar en algunas películas.
A Capilla, quien al final de su vida se dedicó a impulsar y promover la práctica de la disciplina que le apasionó por siempre, le sobreviven su esposa, hijos y nietos.
Pionero en el éxito de los clavados para México en competencia internacionales, Capilla Pérez recibió el Premio Nacional del Deporte 2009, como un justo reconocimiento a su trayectoria.
A principios del mes de noviembre de 2009, Capilla tomaba la noticia del premio con sorpresa y le declaraba a la prensa: “Ya ni me acordaba de que fuera a haber una cosa tan bonita como esta, verdad...
Así que caray que cosa tan preciosa y sobre todo que lo hacen en vida.
Muy amable por ello”.
El ex clavadista fue recibido por el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deportes (Conade), Bernardo de la Garza, quien le hizo participe del reconocimiento que se le concedió a quien es considerado uno de los más grandes atletas mexicanos de todos los tiempos.
Capilla no ocultó su enorme fe y devoción como un hombre creyente en Dios.
En alguna de sus cientos de entrevistas que concedió señaló: “Dice el mundo que todo tiene solución, menos la muerte, pero para nosotros, con Jesucristo, todo tiene solución, hasta la muerte”.
Fuente: (EL UNIVERSAL)
MÉXICO, D.F., mayo 8. El máximo medallista olímpico mexicano, el clavadista Joaquín Capilla, falleció la noche de este sábado en el Distrito Federal a la edad de 81 años, víctima de un infarto.
Los servicios de atención médica acudieron hasta donde se ubicó su domicilio para tratar de ayudar, pero ya era demasiado tarde, el gran Capilla había dejado de existir.
Capilla, quien fuera uno de los atletas más carismáticos en la historia del deporte mexicano, consiguió cuatro preseas en Juegos Olímpicos, siendo su actuación más importa la justa de Melbourne 1956 donde cosechó un oro y bronce.
En Londres 1948 se colgó la plata, mientras que en Helsinky 1952 se hizo de otra medalla de bronce.
Es el único mexicano que ha sumados dos preseas en unos solos Juegos Olímpicos.
Fue tanta la popularidad de esta clavadista nacido el 23 de diciembre de 1928 en la ciudad de México, que fue invitado a participar en algunas películas.
A Capilla, quien al final de su vida se dedicó a impulsar y promover la práctica de la disciplina que le apasionó por siempre, le sobreviven su esposa, hijos y nietos.
Pionero en el éxito de los clavados para México en competencia internacionales, Capilla Pérez recibió el Premio Nacional del Deporte 2009, como un justo reconocimiento a su trayectoria.
A principios del mes de noviembre de 2009, Capilla tomaba la noticia del premio con sorpresa y le declaraba a la prensa: “Ya ni me acordaba de que fuera a haber una cosa tan bonita como esta, verdad...
Así que caray que cosa tan preciosa y sobre todo que lo hacen en vida.
Muy amable por ello”.
El ex clavadista fue recibido por el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deportes (Conade), Bernardo de la Garza, quien le hizo participe del reconocimiento que se le concedió a quien es considerado uno de los más grandes atletas mexicanos de todos los tiempos.
Capilla no ocultó su enorme fe y devoción como un hombre creyente en Dios.
En alguna de sus cientos de entrevistas que concedió señaló: “Dice el mundo que todo tiene solución, menos la muerte, pero para nosotros, con Jesucristo, todo tiene solución, hasta la muerte”.
Fuente: (EL UNIVERSAL)
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