24-Junio-2007Hubo un tiempo... hace ya mucho tiempo, en que la familia era unida, en que los fines de semana eran días de fiesta. Hace mucho tiempo que no recordaba eso, hasta que nos enteramos de que a mi Tío Luis (Hermano de mi papá), le tenían que amputar ambas piernas por causa de la diabetes. Obviamente como seguramente a todos nos pasaría, se negó rotundamente a someterse a tal operación y entre dimes y diretes el tiempo se terminó, sin mucho dolor gracias a Dios.
La Historia que vale la pena recordar es cuando gracias a él, "Al Tío Luis", que venía los fines de semana con los primos, estos días se convertían en verdaderas fiestas, hacía carne asada en el jardín y después de comer nos íbamos todos los primos al cine o simplemente de patas de perro a las Plazas Comerciales.
Todo terminó cuando murió mi abuela paterna, mi abuelita "Engracia", que hacía los mejores cuernitos de chocolate del mundo entero. Las mejores tostadas de salsa roja con queso parmesano y a la que todos los nietos le brincamos por encima y por debajo de su casa. De ella también conservo la receta del mejor pastel de galletas de canela que exista en este planeta...
Pero en fin, solo es una pausa porque allá del otro lado, donde ellos están pronto llegaremos y seguramente volveremos a sentir y vivir los mejores momentos que hoy se fueron.
Bye Bye Tío Luis, resérvanos una mesa para cuando lleguemos y podamos disfrutar de tu compañía una vez mas.
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