Los gatos han sido motivo de adoración a través de la historia en diferentes culturas, siendo la Civilización Egipcia la que lo llevó a lo más altos conceptos de amor y la Europa del Medioevo (con la Iglesia Católica a la cabeza) la que lo condenó hasta casi su desaparición por motivos de superstición, ignorancia y maldad. Esto lo trataremos en otros post.
En el Antiguo Egipto, identificaban a los leones que merodeaban alrededor de su tierra con el Sol, creían que a la puesta del sol, su Dios “Ra”, moría para descender al infra-mundo (el mundo de los muertos) por el Oeste, para renacer de nuevo en el Este, al amanecer.
Los egipcios creían que durante la noche, “Ra” podría encontrarse en gran peligro, ya que sus enemigos, encabezados por el gran serpiente Apophis no dudarían en tomarlo desprevenido y atacarlo, poniendo así el universo entero en peligro.
Atribuían a los leones la custodia de su dios hasta la puesta del sol, ya que éstos podían mantener vivos los rayos solares en sus ojos.
Los leones al igual que los felinos domésticos, tienen la propiedad en sus ojos de reflejar la luz en la oscuridad, y los egipcios asociaban a los leones con los gatos.
Los egipcios crían que los leones podían matar a las serpientes por la noche, por lo cual se colocaban las imágenes o esculturas de ellos a las entradas de los templos para que los protejan de las criaturas de la noche, algo muy común en muchas otras culturas del mundo.
En Egipto construyeron la Esfinge, que es el dios Sol, con el cuerpo de un león y la cabeza de un faraón, como una fusión entre el dios y el hombre.
También veneraban a la diosa Sekhmet, que era la diosa de la guerra encargada de destruir a los enemigos del dios Ra. Cuerpo de mujer y cabeza de león.
Mau es la palabra con que los egipcios nominaban a los gatos y también el nombre de una diosa que otorgaba protección. Los guerreros egipcios llevaban máscaras de gato con la esperanza de que el espíritu de los gatos muertos entren en sus cuerpos y les brindaran las cualidades felinas del sigilo y astucia, para transformarse así, en grandes guerreros.
Un concepto común entre los egipcios era el poder que ejercía la belleza física, la estética. Esa belleza tenía su ideal en el aspecto felino.
El maquillaje que solían utilizar tanto varones como mujeres, especialmente en los ojos, les daba un misterioso aire gatuno.
Los niños egipcios eran consagrados a Bastet (la diosa gato), haciendo un corte en su brazo y vertiendo gotas de sangre de un gato sobre la herida.
Lord Carnarvon quien financió la expedición que descubrió la tumba de Tutankamon y un entusiasta en el estudio de la civilización egipcia a la que difundió con gran pasión, despertando el interés en muchos científicos del mundo; le despertó su gran interés por la egiptología el haber encontrado gatos adentro de varios sarcófagos egipcios.
Los gatos egipcios se propagaron desde Egipto al mundo por el aumento en el comercio internacional con el Antiguo Egipto, especialmente con los fenicios y los romanos.
Los gatos domésticos en Egipto son todavía muy respetados.
Dios sol "Ra" |
Los egipcios creían que durante la noche, “Ra” podría encontrarse en gran peligro, ya que sus enemigos, encabezados por el gran serpiente Apophis no dudarían en tomarlo desprevenido y atacarlo, poniendo así el universo entero en peligro.
La gran serpiente Apophis enemiga de Ra |
Atribuían a los leones la custodia de su dios hasta la puesta del sol, ya que éstos podían mantener vivos los rayos solares en sus ojos.
Los leones al igual que los felinos domésticos, tienen la propiedad en sus ojos de reflejar la luz en la oscuridad, y los egipcios asociaban a los leones con los gatos.
Los egipcios crían que los leones podían matar a las serpientes por la noche, por lo cual se colocaban las imágenes o esculturas de ellos a las entradas de los templos para que los protejan de las criaturas de la noche, algo muy común en muchas otras culturas del mundo.
En Egipto construyeron la Esfinge, que es el dios Sol, con el cuerpo de un león y la cabeza de un faraón, como una fusión entre el dios y el hombre.
La Esfinge puesta a la entrada de los edificios, protegía de las criaturas de la noche Cuerpo de felino y cabeza de faraón |
También veneraban a la diosa Sekhmet, que era la diosa de la guerra encargada de destruir a los enemigos del dios Ra. Cuerpo de mujer y cabeza de león.
Mau es la palabra con que los egipcios nominaban a los gatos y también el nombre de una diosa que otorgaba protección. Los guerreros egipcios llevaban máscaras de gato con la esperanza de que el espíritu de los gatos muertos entren en sus cuerpos y les brindaran las cualidades felinas del sigilo y astucia, para transformarse así, en grandes guerreros.
Un concepto común entre los egipcios era el poder que ejercía la belleza física, la estética. Esa belleza tenía su ideal en el aspecto felino.
El maquillaje que solían utilizar tanto varones como mujeres, especialmente en los ojos, les daba un misterioso aire gatuno.
Los niños egipcios eran consagrados a Bastet (la diosa gato), haciendo un corte en su brazo y vertiendo gotas de sangre de un gato sobre la herida.
Era representada acompañada de gatitos y las parturientas la invocaban para tener un alumbramiento feliz |
Cuando moría un gato, su familia debían dar muestras de luto que para la sociedad egipcia se manifestaba afeitándose las cejas.
Existían estrictas leyes sobre el cuidado de los gatos y si alguien osaba matar a alguno era pasible de la pena de muerte.
Howard Carter descubridor de la tumba de Tutankamon y Lord Carnarvon quien la financió |
Lord Carnarvon quien financió la expedición que descubrió la tumba de Tutankamon y un entusiasta en el estudio de la civilización egipcia a la que difundió con gran pasión, despertando el interés en muchos científicos del mundo; le despertó su gran interés por la egiptología el haber encontrado gatos adentro de varios sarcófagos egipcios.
En los hogares egipcios actuales perdura el culto al gato |
Los gatos egipcios se propagaron desde Egipto al mundo por el aumento en el comercio internacional con el Antiguo Egipto, especialmente con los fenicios y los romanos.
Los gatos domésticos en Egipto son todavía muy respetados.
Los egipcios actuales creen que existe un vínculo terrenal con los seres humanos y los gatos, que perdura a través de los tiempos, mostrándolos como un símbolo de eternidad, algo que los egipcios antiguos ya sabían y por lo tanto los veneraban.
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