El Fuerte de San Diego (Museo Histórico de Acapulco)
El fuerte de San Diego, es una fortificación marítima ubicada en el puerto de Acapulco. Es el monumento histórico más relevante de la región y la fortaleza marítima más importante a todo lo largo del Océano Pacífico. Forma parte esencial de la fisonomía e historia del puerto, destacando por su singular traza geométrica en forma de una tortuga. Este importante inmueble alberga desde 1986 al Museo Histórico de Acapulco, actualmente bajo la administración del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que comprende trece salas de exhibición. En ellas, el museo pretende lograr que los los habitantes del estado de Guerrero, se identifiquen con los momentos más importantes de su historia y, de tal modo, fomentar la cultura.
En 1615, los conquistadores alarmados por los ataques de los piratas, ordenaron la construcción de un fuerte, el de San Diego, Adrián Boot, quien había intervenido en la edificación del Fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, hizo el proyecto y llevó a cabo la edificación. A los seis meses, se habían terminado Los Caballeros del Rey, El Príncipe y El Duque, correspondientes a la banda de tierra y sus lienzos. Estaban en construcción Los Caballeros de Guadalcázar, El Marqués y los terraplenes, cuando un terremoto afectó la obra. Se hicieron las reparaciones, la portada y el puente levadizo, así, dos años más tarde el fuerte quedó concluido. Se realizaron pruebas de artillería en las que las balas llegaban hasta la punta del grifo, cerrando con ellas el acceso a la bahía, contaba también con cuarteles, una casa para el castellano, la del condestable y una sala de armas.
En 1776, el fuerte de San Diego fue remozado por el ingeniero Miguel Constanzó, dejando una explanada pentagonal con cinco baluartes. Para 1783, la obra estaba concluida, tenía cabida para dos mil hombres con víveres y agua potable para todo el año. Más tarde fue convento, hospital y cárcel. Durante la Independencia, José María Morelos lo tomó en 1813 durante un asalto nocturno. Sirvió de albergue a muchas familias y a los oficiales del ejército que lo resguardaban. Se dice que allí nació la célebre frase: !Viva España, hermana, más no dominadora de América!. San Diego es una fortaleza majestuosa que sirve de marco a la bahía de Acapulco.
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