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CARTA NRO. 1
CARTA NRO. 1
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Tengo la obligación de darte, y no es lo mismo hacerlo si estas lejos, y no es lo mismo si el tiempo me dice que ya te perdí. No quiero perdonarme el dejar de hacer las cosas que voy hacerte, servirte, vestirte, tonterías como caminar tres cuadras para verte, y luego cuatro cuadras para comprarte lo que olvidaste. No puedo dejar las tonterías de esta casa de mis sueños, incumplirme no es lo mismo que dejar de afeitarme, incumplirme es dejar que el tiempo pase mientras espero que tu regreses olvidando cual es el camino que conduce a tu cuerpo. Ya no me tengo la tolerancia que supone da los años, solo tengo la abstención que me provoca las demás al pensar en ti, voy a servir mis conductas en la mesa, voy a exhibir mi compromiso por pasar mis últimos años junto a ti. Quiero cosas simples como llamarte viejita, quiero cosas complejas como abrir un vino con mi pulso desecho por hacerte el amor. Yo se que existes, y nada me importa hoy mas que eso, pero no te puedo pedir sacrifiques lo que yo no sacrifico, da miedo entrar en mi y ver los resultados de amarte durante tantos años, hasta imagino que te amaba antes de estar en esta vida, ¿crees que pueda amarte igual para la próxima? No es una facultad natural enamorarse, es un trabajo que lo hace el verte cada día, el pensar en ti estando contigo, creando un lazo por el cual se planifica una vida que complementa otra. Mi bella amada amiga, satisface mi condición, quiero estar contigo, llenar esto contigo, explicarte todo con un beso, ser el origen de tus ganas de bailar, abrazarte y derretir tu ropa sin tocar tu piel, poner puntos suspensivos en tu boca, humedecer de sudor toda tu piel por el deseo de mis manos en su recorrido por ti. Quiero quedar indivisible de ti, que ni el sol ni el mar nos separen en su furia, contigo llevo la ventaja del campo de las letras y la desventaja de las montañas que hoy existen entre nosotros, pero ir de prisa o ir lento no hace a la final diferencia, se que llegare justo a tiempo, solo que desde aquí no parece ser así, para mi lo que es normal, no es para ti una entrega total, pero me quedo, yo me quedo, con mis ganas de vivir mis sueños contigo, mis ganas de vivir cada uno de ellos.
Tengo la obligación de darte, y no es lo mismo hacerlo si estas lejos, y no es lo mismo si el tiempo me dice que ya te perdí. No quiero perdonarme el dejar de hacer las cosas que voy hacerte, servirte, vestirte, tonterías como caminar tres cuadras para verte, y luego cuatro cuadras para comprarte lo que olvidaste. No puedo dejar las tonterías de esta casa de mis sueños, incumplirme no es lo mismo que dejar de afeitarme, incumplirme es dejar que el tiempo pase mientras espero que tu regreses olvidando cual es el camino que conduce a tu cuerpo. Ya no me tengo la tolerancia que supone da los años, solo tengo la abstención que me provoca las demás al pensar en ti, voy a servir mis conductas en la mesa, voy a exhibir mi compromiso por pasar mis últimos años junto a ti. Quiero cosas simples como llamarte viejita, quiero cosas complejas como abrir un vino con mi pulso desecho por hacerte el amor. Yo se que existes, y nada me importa hoy mas que eso, pero no te puedo pedir sacrifiques lo que yo no sacrifico, da miedo entrar en mi y ver los resultados de amarte durante tantos años, hasta imagino que te amaba antes de estar en esta vida, ¿crees que pueda amarte igual para la próxima? No es una facultad natural enamorarse, es un trabajo que lo hace el verte cada día, el pensar en ti estando contigo, creando un lazo por el cual se planifica una vida que complementa otra. Mi bella amada amiga, satisface mi condición, quiero estar contigo, llenar esto contigo, explicarte todo con un beso, ser el origen de tus ganas de bailar, abrazarte y derretir tu ropa sin tocar tu piel, poner puntos suspensivos en tu boca, humedecer de sudor toda tu piel por el deseo de mis manos en su recorrido por ti. Quiero quedar indivisible de ti, que ni el sol ni el mar nos separen en su furia, contigo llevo la ventaja del campo de las letras y la desventaja de las montañas que hoy existen entre nosotros, pero ir de prisa o ir lento no hace a la final diferencia, se que llegare justo a tiempo, solo que desde aquí no parece ser así, para mi lo que es normal, no es para ti una entrega total, pero me quedo, yo me quedo, con mis ganas de vivir mis sueños contigo, mis ganas de vivir cada uno de ellos.
José Antonio O.L.
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