Siempre que veo una foto tuya, miro tus ojos y busco esa mirada que alguna vez me tuvo prisionera, pero solo encuentro una mirada que se dirige al horizonte, a un infinito inexistente... y tu boca no sonríe, con esa sonrisa que me entibiaba el alma y contagiaba a mi corazón... y nacen en mí, nuevos deseos de volver a verte, aunque sea los tres segundos que dura la pose para la foto, mi vida se detiene unos instantes, cuando dicen:
"Sonríe para la foto", y todo es tan efímero... y todo pasa tan pronto, que me paso preguntandome el resto de mi vida si no fuiste un sueño, si alguna vez realmente exististe, o eres solamente un poco de humo que irritó mis ojos y me hizo llorar de verdadera tristeza...
De esa lluvia que realmente nace en el corazón.
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