Hace un buen rato que no escribo, quizá porque he estado sumida en un sueño intranquilo, la vida, a veces va mucho más rápido de lo que yo quisiera, como si me subiera a ese juego de los parques en los que das vueltas y vueltas sin parar, y te aferras al tubo que te mantiene dentro de ese remolino, porque esta más que sabido que si te sueltas, te darás más que un santo porrazo.
A veces, me miro en el espejo y no sé lo que veo, o no sé si lo que veo es lo que quisiera ver, sí, es algo confuso, lo sé... pero algunas veces encuentro un brillo especial en mis ojos, y me pregunto si es mi alma que quiere decirme algo, me acerco más al espejo, pero se esconde detrás de ese color miel que pareciera a veces que va a empezar a gotear...
Otras esta todo a oscuras... no puedo ver nada, solo puedo extender mis manos y tocar el silencio y el vacío... NADA, solo SILENCIO.
Estos últimos meses, me han sorprendido mis sentimientos, mis pensamientos, ¡¡¡¡Dónde esta el YO, que tan bien conocía!!!!, o... ¿Es que realmente nunca me he conocido?, hay dos personas dentro de mí, como el bien y el mal, mi oído derecho me anima a superarme, a seguir adelante, a tratar bien a las personas, a tratar de ser mejor por mí y para mí, pero el oído izquierdo quiere echar por tierra todo y me dice que estoy dando de más y que me paso de tonta. (Por no incluir malas palabras, no digo todo lo que me dice el condenado).
Pero algo no ha cambiado, y es que cuando tengo algo incrustado entre ceja y ceja, prefiero disfrazarlo que colgarlo como una sábana al sol en la azotea...
En fin... je. Así soy.... Y QUE....
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