Las tres condiciones
Autor desconocido
El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y dice: - Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia... - ¡Espera! - lo interrumpe el filósofo - ¿Cumple con las tres condiciones lo que vas a contarme? - ¿Las tres condiciones?, preguntó el discípulo. - Sí, la primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? - No. Lo oí comentar a unos vecinos - dijo el joven. - Al menos cumplirá con la segunda condición, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien? - No, en realidad no. Al contrario. - ¡Ah, vaya! La última condición es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? - preguntó el filósofo. - A decir verdad, no, - comentó apesadumbrado el discípulo. - Entonces - dijo el sabio sonriendo -, si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.
YO PIENSO QUE DEBERIAMOS TOMAR MUCHO EN CUENTA ESTAS TRES CONDICIONES PARA NO CAER EN LOS CHISMES Y COMENTARIOS MAL INTENCIONADOS, LA VIDA TIENE MUCHO MAS Y MAS INTERESANTE QUE HABLAR DEL DIVORCIO DEL VECINO, DE LA METIDA DE PATA DE LA HIJA DEL PRIMO, DE LO MAL QUE EDUCAN A SUS HIJOS LOS TIOS DE LA CUÑADA, BASTA, DEJEMONOS DE FRIVOLIDADES QUE SOLO NOS CONDUCEN A LA CALAMIDAD, AL ABURRIMIENTO, A HERIR AL PROJIMO, VIVAMOS NUETRAS VIDAS Y LLENEMOSLAS DE COSAS HERMOSAS QUE NOS HAGAN SENTIR FELICES.
NOSOTROS NOS LO MERECEMOS, ¿QUE NO?
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