lunes, noviembre 22, 2021

CUENTO CORTO; HERMANOS BIGOTES, SHELDON ROMEO GLORIA L. L., LEÓN DONATELLO


Siendo un jovencito y agraciado #gato coloreado con los pigmentos de un esplendido atardecer estival, fui admitido en el hogar que hoy preserva intacto cada uno des mis sentimientos, mis anhelos y las esperanzas fervientes de conservar recuerdos y a cada miembro de mi familia, esa que me acogió y protegió en cada #sueño y me salvo de las más indeseables #pesadillas a la llegada del #crepúsculo.
Mis días de #gloria tuvieron su día memorable, la historia comenzó en el punto no retorno, estaba en esas edades de jugarme la vida en la #suerte de los gatos callejeros, con el tamaño y el atractivo preciso de los regalos de #navidad, con el porvenir en las patas y un destino a descubrir.

Llegue al domicilio en los brazos de una #dama de cabellos plateados que presumía dichosa cargada de novedades, manifestaba portar un tesoro entre sus manos, por entonces mi aura resplandecía como un lingote de #oro...

Al atravesar la puerta, encontré a un toro tamaño bolsillo, hecho para llevar a donde a uno le apetezca ir bien acompañado, hecho para comer a besos, tenía pizcas de sal y pimienta en el envoltorio y almíbar corriendo por sus venas.

Los humanos lo habían bautizado con el nombre de sus ancestros “Ra tercero”, era el dueño de una #dinastía colosal, ejercía un papel fundamental en la vigilancia, protección y el cariño de cada uno de los integrantes de la casa, se hizo querer y su legado aún perdura..

El guardián imponía respeto a la vez que causaba una sensación de confianza y serenidad. En cada retorno, ofrecía una bienvenida cargada de #ternura y apego hacia sus seres queridos, su #alegría era contagiosa, desinteresada y excesivamente sincera, cualidades que solo un #perro de esta calaña sabe ofrecer.

Como su nombre indicaba, era un creador de vida, me ofreció el #firmamento y me incitó a llevar la frente en alto, las raíces intactas y la memoria llena de momentos en #blanco y #negro. Robusto como el algarrobo, su #nobleza resiste en cada metro cuadrado de las retentivas subjetivas de quienes lo conocieron, fue mi tutor en los inicios, me arropó las inseguridades con su fortaleza, apadrino mis emprendimientos reforzando mi autoestima, me hizo fuerte, me convirtió en su semejante, me ubicó sin complejos a su diestra, fuimos unos Hermanos bigotes unidos, articulábamos nuestras cualidades engrandeciendo el vínculo de equivalentes, yo le di su lugar merecido, descansa en un pedestal... Continuará en las historias cortas de los Hermanos bigotes Sheldon Romeo Gloria L.L. León Donatello


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