La vacunación felina
La vacunación comenzó en China en el siglo XII por una lógica deducción tras observar que las personas que padecieron viruela no la volvían a sufrir. Posteriormente se realizó el primer acto vacunal que consistió en infectar a niños con costras de la enfermedad, frotándolas en cortes realizados en su piel. Algo similar se hizo en el siglo XIX sobre vacas, impregnando un corte realizado en su cuello con exudado nasal (mocos).
Fue Luis Pasteur en el año 1879 quien inició la inmunología como ciencia médica; sus experimentos consistían en inocular cultivos bacterianos de cólera aviar en gallinas sanas: la mayoría morían. Pero como en otras ocasiones, la ciencia se vio favorecida por el azar y por un descuido de uno de sus ayudantes un cultivo bacteriano envejeció; Pasteur decidió inocular este cultivo a las gallinas y observó que no solo no morían sino que además quedaban protegidas contra la enfermedad.
En lo referente al querido gato, todos tenemos claro que en nuestros días podemos considerarlo como un animal de fácil manejo, costumbres pulcras, adaptable a espacios reducidos y estupendo carácter. También es un hecho evidente que el número de felinos en nuestro país aumenta de forma exponencial año tras año, debido sin duda a nuestro ajetreado tipo de vida. Sin embargo este aumento de población no se ve del todo acompañado por una mayor preocupación por su salud, pudiendo considerarle, en este sentido, una mascota “de segunda división”.
Es un frecuente error pensar que el gato no necesita la vacunación como sus amigos los perros; los propietarios de los canes conocen, o al menos les suena “el parvo”, “el moquillo”… Y no se cuestionan la vacunación. ¡Pero si el gato no sale de casa! Claro, pero… ¿saben ustedes que los agentes infecciosos que les provocan graves enfermedades pueden ser transportados por la ropa y el calzado del propietario? ¿Tienen ustedes claro que los contactos esporádicos de su mascota con otros animales durante fines de semana, veraneos, salidas al patio y a los tejados pueden acarrearle grandes enfermedades?.
Si a la duda y al desconocimiento le sumamos la dificultad que suele suponer llevarlo al veterinario (sale pocas veces y ello le provoca estrés y “malhumor” en cada salida), tendremos como resultado un gato sin protección y en grave riesgo sanitario.
ESTADO ACTUAL DE LA VACUNACIÓN EN GATOS
Existen determinadas enfermedades de nuestros felinos que se ven seriamente “perjudicadas” gracias a la utilización de la vacuna, como es el caso de la panleucopenia (“enteritis felina”). También es interesante y muy beneficioso el uso de la vacunación en enfermedades agudas de nuestros gatos (enfermedades del síndrome respiratorio felino: calicivirus y herpesvirus). Estas enfermedades agudas provocan un alto índice de mortalidad que actualmente se ve bastante controlado gracias a la vacunación. Finalmente existen determinadas infecciones crónicas contra las cuales no existe vacuna o la eficacia no llega a ser la deseada; en este grupo tenemos la inmunodeficiencia felina, contra la que no disponemos ninguna vacuna eficaz, la peritonitis infecciosa y la leucemia, contra las que sí existen vacunas, pero por distintas causas no llegamos a conseguir lo deseado.
Y no nos olvidemos de la rabia, que aún sin ser una enfermedad endémica en nuestro país, debería tenerse presente en las pautas vacunales del gato.
Ante todos estos datos podemos concluir que la vacunación es fundamental como medida preventiva ante todas estas patologías y que lo más correcto sería aplicar un plan vacunal a cada gato, según su estilo de vida (interior, exterior, campo…).
LAS ENFERMEDADES QUE TIENEN VACUNA
1. PANLEUCOPENIA: Una de las enfermedades que integra la vacuna trivalente de los gatos. Es una enfermedad producida por un parvovirus, relacionado muy estrechamente con el parvovirus canino. A esta enfermedad también se la conoce como parvovirus felino, enteritis infecciosa felina o por la abreviatura inglesa FPLV. Aunque puede afectar a todas las edades, esta patología cursa con la mayor gravedad en gatitos y gatos jóvenes, donde la mortalidad alcanza al 90% de los casos. Esta enfermedad se caracteriza por fiebre, diarrea, vómitos y una importante disminución del número de glóbulos blancos o leucocitos; esta disminución del número de leucocitos se denomina técnicamente leucopenia y de ahí el nombre de la enfermedad.
2. RINOTRAQUEITIS: Otra de las enfermedades que componen el trío de la vacuna trivalente. Enfermedad vírica provocada por un herpesvirus, que llega a causar hasta el 50% de las infecciones respiratorias de nuestros gatos. También afecta de forma especial a los animales más jóvenes no vacunados. El animal presenta fiebre, rinitis con mucosidad y estornudos, conjuntivitis con lagrimeo, tos y según avanza la enfermedad ulceraciones en la córnea del ojo (queratitis ulcerosa).
3. CALICIVIROSIS: La tercera de las enfermedades que componen la vacuna trivalente. Enfermedad vírica causada por un picornavirus. Su sintomatología es muy parecida a la del resfriado de las personas, con fiebre moderada, estornudos, aumento de salivación e incluso úlceras en la boca y ampollas en la lengua.
4. LEUCEMIA: Enfermedad muy grave y especialmente contagiosa para nuestros gatos. Enfermedad vírica causada por un reovirus. Los síntomas son variados y dependen de la evolución de la enfermedad; en principio se observa debilidad general con falta de apetito, somnolencia y anemia. Esta enfermedad, al afectar a los órganos encargados de la “fabricación” de la sangre (sistema hematopoyético), provoca distintos tipos de anemia y una tremenda bajada de defensas (alteración del sistema inmunitario).
5. RABIA: Enfermedad vírica popularmente conocida, que se transmite por la saliva inoculada tras la mordedura de un animal infectado; puede afectar a todos los animales de sangre caliente incluido el hombre. Se provoca un cambio de carácter y una paralización de garganta y músculos de los carrillos, lo que le provoca la abundante salivación característica de esta enfermedad. Por ello el animal no es capaz de beber (hidrofobia). Las vacunas actuales son seguras y eficaces y aunque tradicionalmente sólo se han vacunado a los perros, debería incluirse de forma sistemática en la vacunación de nuestros gatos.
6. PERITONITIS INFECCIOSA: Enfermedad vírica provocada por un coronavirus. Esta enfermedad provoca entre un 5 y un 10% de mortalidad; afecta principalmente a animales jóvenes, con una mayor incidencia en otoño y en invierno. Una de las características de esta patología es su principal interés por las superficies que recubren la cavidad abdominal, la torácica, el pericardio, las meninges y el ojo. La sintomatología general es muy variada, aunque una de las imágenes más características de la enfermedad es la importante dilatación del abdomen que padecen los animales infectados. La vacunación de esta enfermedad es muy reciente en España, aunque debería ser una más dentro de las pautas vacunales.
TIPOS DE VACUNAS
Según el método que se siga para obtenerlas, pueden clasificarse en :
  • 1. VACUNAS VIVAS: son aquellas que contienen microorganismos vivos con capacidad de multiplicarse dentro del organismo; aunque estén vivas suelen ser inocuas, no provocando enfermedad o haciéndolo de forma leve. Los microorganismos utilizados suelen “atontarse” para su utilización en esta vacuna (atenuación).
  • 2. VACUNAS INACTIVADAS: no tienen capacidad para multiplicarse dentro del organismo y por tanto no provocan la enfermedad. Producen una menor capacidad defensiva que las vacunas vivas.
  • 3. VACUNAS BIOSINTÉTICAS: elaboradas mediante tecnología biomolecular (elaboración de fragmentos inmunológicos a partir del ADN del microorganismo causante de la enfermedad).
Según el número de microorganismos, pueden clasificarse en :
  • 1. VACUNAS SIMPLES: crean inmunidad contra un solo agente infeccioso.
  • 2. VACUNAS MIXTAS, MÚLTIPLES O POLIVALENTES: crean inmunidad contra varios agentes infecciosos.
EFECTOS ADVERSOS DE LAS VACUNAS
Al ser las vacunas productos biológicos, siempre puede existir algún riesgo o contraindicación, que siempre han de ser valorados por el profesional veterinario. Entre los posibles efectos adversos tenemos los siguientes:
  • 1. VIRULENCIA RESIDUAL: la vacuna provoca una enfermedad no deseada y muy similar a la que provocaría el microorganismo en una infección natural.
  • 2. TOXICIDAD: posibles efectos tóxicos causados generalmente en vacunas de tipo bacteriano.
  • 3. ALERGIA E HIPERSENSIBILIDAD: variadas reacciones tras la inoculación de la vacuna como: abultamientos en la zona de inoculación, edema localizado o generalizado, depilación en la zona de inoculación, picor…
  • 4. COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS: como las encefalitis, causadas por vacunas de rabia preparadas mediante cultivos de tejido nervioso.
  • 5. LESIONES FETALES Y ABORTOS: algunas vacunas son totalmente seguras en animales adultos, exceptuando las hembras gestantes, a las que provoca los citados abortos o las graves lesiones fetales.
Autor: Carlos Rodríguez