viernes, junio 27, 2008

LUCIERNAGAS...



Producción de luz


Las luciérnagas son en realidad escarabajos que emiten luz a través de sus órganos abdominales. La variedad de emisiones abarca desde chispazos aislados hasta sorprendentes exhibiciones colectivas que son un hermoso espectáculo en las noches sin luna
Producción de luz


Con excepción del fuego, la producción instantánea de luz fue imposible para el hombre hasta que se inventaron las baterías.
Durante miles de años, muchos animales han sido eficaces productores de luz.


El brillo de los duendes


Varias especies de luciérnagas viven en la India, el sureste de Asia, América del Sur y las regiones cálidas de Europa y Estados Unidos. Las luciérnagas son en realidad escarabajos que emiten luz a través de sus órganos abdominales. La variedad de emisiones abarca desde chispazos aislados hasta sorprendentes exhibiciones colectivas que son un hermoso espectáculo en las noches sin luna de Myanmar. En una especie sudamericana, la hembra produce 11 pares de luces verdes y un brillo rojo desde la cabeza. En todas las especies, la luz es producida por una sustancia llamada “luciferina”, que se almacena detrás de algunas áreas de cutícula transparente colocadas sobre un tejido denso que probablemente funciona como reflector.


La luz de las luciérnagas es fría y, en términos de energía, muy eficiente. Mientras que el 97% de la energía muy eficiente. Mientras que el 97% de la energía de las bombillas eléctricas o focos se convierte en calor, una luciérnaga concentra el 90% de su energía para la producción de la luz. El brillo que emerge del minúsculo animal es suficiente para leer una página impresa. Se dice que los estudiantes japoneses pobres usaban estos atractivos insectos para estudiar durante la noche, y en algunas partes de América del Sur se utilizaban para iluminar las casas.


En el caso de los insectos particularmente en el de las luciérnagas, la principal razón para la producción de luz es la necesidad de anunciar su disponibilidad para aparearse. Los machos emiten señales luminosas a las que las hembras responden. Cada especie tiene su propio código de señales. Éstas son muy precisas, al igual que las señales luminosas de los barcos. Un macho emite pulsos lumínicos que, después de un intervalo exacto, recibirán la respuesta de una hembra de la misma especie. Sólo si el tiempo y la respuesta son correctos, el macho se acercará a al emisora. También en este luminoso mundo hay trampas: las hembras de una especie depredadora de América del Norte han aprendido a imitar las señales de las hembras de especies más pequeñas. Cuando el ansioso macho llega en busca de su pareja lo devoran a toda velocidad.
Verde para detenerse


La mayoría de las luciérnagas son escarabajos. La común europea es más activa en junio y julio, cuando las hembras, que no tienen alas, suben a los tallos altos de los pastos y cuelgan la cabeza hacia abajo; además, vuelven el cuerpo para exponer las verdes linternas que tienen bajo la parte posterior. Los machos, que están provistos de alas, pueden captar estas señales aun si se encuentran a 90 m de distancia. El verde del “semáforo” le indica: “Aquí puedes detenerte”. Al parecer, si la hembra siente que la acecha algún peligro puede apagar la luz cuando lo desee. Las larvas de las luciérnagas, en cambio emiten una intensa luz verde si son molestadas, para tratar de asustar a los enemigos. Aun así no siempre tienen éxito.


Secretos del mundo animal


Página del Selecciones de Reader's Digest.





COMENTARIO PERSONAL:




Recuerdo cuando era pequeña y en junto a la casa de Acapulco había un terreno baldío, ahí mi hermano (Gerardo) y yo, que pocas veces dejabamos de ser enemigos, atrapabamos luciérnagas, y las metíamos en unos frascos con la ilusión de tener un frasco brillante en la oscuridad por toda la eternidad, desgraciadamente no vivían mucho para contarlo, y en su lugar quedaban unos bichos sin mucho chiste para dos escuincles que por mas hoyitos que hicieran en la tapa del frasco no comprendían que las luciérnagas no eran inmortales, hace ya muchos años que no veo ninguna, me gustaría volver a disfrutar aunque sea una noche mas viéndolas brillar en libertad.


Si hubiera unamáquina del tiempo, seguramente volvería a aquellos días en que podíamos ver luciérnagas, atrapar lagartijas corriendo alrededor de la casa y escuchar ranas en los charcos apestosos del lote de enfrente donde ahora se levanta una fábrica de telas, igualmente iría a aventar piedras al árbol que albergama cientos de pequeños murciélagos...



A eso se le puede llamar realmente vida, o no?

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