Y he aquí, el verdadero, el único, Oscar, el gato que acompaña a los abuelos sus últimos momentos, a mí me encantan los gatos, pero sí supiera que un gato está prediciendo mi partida, no sé si me agradaría tanto, ni si podría disfrutar de esos momentos, en la vida hay algunas cosas que no deberíamos saber (aunque a veces por tercos queremos saber y luego nos arrepentimos), y una de esas cosas, por lo menos en mi humilde opinión, es el de cuando vamos a colgar el abrigo, estirar la pata, irnos para el más alla, sacar la lengua, lanzar el último suspiro, ver de frente a la flaca, agarrarle la pata a la vaca... en fin, como le quieras llamar.
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