martes, julio 31, 2012

PRIMERA MEDALLA DE PLATA EN JUEGOS OLÍMPICOS LONDRES 2012


Lo primero es el clavado, luego la dificultad, despues la descripción del clavado y luego la posición de partida (foto: Alejandro Rodríguez)

http://olimpicos.eluniversal.com.mx/acuaticos/detalle/Estos+son+Iv%E1n+Garc%EDa+y+Germ%E1n+S%E1nchez-1736

Su vida es un vaivén que lo ha llevado de un extremo a otro: pasó de ser un niño problemático a medallista olímpico de plata. Iván García vive su momento de gloria, luego de subir al podio junto a Germán Sánchez, como subcampeones de los clavados sincronizados desde la plataforma de 10 metros en Londres 2012.
Fue expulsado de dos escuelas primarias. Los psicólogos diagnosticaron déficit de atención con hiperactividad. Los maestros decían que si no lo encausaban, terminaría como delincuente. Era un caso delicado.
“Me peleaba, aventaba a la maestra, molestaba. Las reglas a mí me gustaba romperlas. Si decía ‘no se puede correr’, yo corría. Todas las cosas que no se podían, yo las hacía. Por eso me corrían”, explica “El Pollo”, llamado así por el negocio de su padre, donde vende esa carne.
Era un chico rebelde. “Pero ya cambié un poco. Ahora agarro más la onda”, aclara. A los siete años de edad, sus padres, José Ramón y Aracely, buscaron una alternativa. “Decidieron meterme a un deporte para que me cansara, quemar mis energías en el entrenamiento y no en la escuela”, relata.
Llegó al Code Jalisco. “Iba a entrar natación, pero vi primero la alberca de clavados. Veía cómo se aventaban, era medio vago y nada me daba miedo. Le dije a mis papás yo no quiero natación, quiero clavados. No quiero estar nadando como menso, prefiero sentir algo de adrenalina. Así fue como empecé”, continúa “El Pollo”.
Al principio, disciplinarse no fue sencillo. Entonces apareció Iván Bautista en su vida. “Aparte de entrenador es como mi segundo padre y mi amigo. Gracias a él estoy donde estoy ahora. Yo soy el que me paro en el podio y le cuelgan la medalla, pero atrás de mí hay bastantes personas”, reconoce García.
El cambio no fue de un día para otro. Los vestigios de la rebeldía le acompañaban todavía. “Recuerdo una vez me corrieron de la secundaria del Code, hablé con Iván (Bautista) y me hizo llorar, porque me dijo tantas cosas… Se me quedó bien grabado que me dijo ‘así estés en la cárcel, donde estés, yo siempre te voy a apoyar, puedes contar conmigo, lo que necesito es que tú tengas la confianza en mí’. Fue desde ahí que me puse a pensar y tiene razón, ahora tengo la oportunidad de hacer historia, tengo el cuerpo y la edad”, recapacita.
Bautista fue fundamental para encausar esa energía por buen camino. Es la piedra angular en el cambio del joven medallista olímpico. “Me ayudó no con regaños, sino hablando conmigo y demostrando que él tiene confianza en mí. Le prometí que iba a cambiar. Lo veía con toda la disposición del mundo y ya me daba pena hacer algo malo, porque le dieran la queja”, recuerda el doble campeón panamericano en Guadalajara 2011.
Hoy su vida es sinónimo de disciplina. En la fosa de clavados Álvaro Gaxiola, del Code Jalisco, entrena cinco horas por la mañana, desde las 07:00 horas, y cinco más por la tarde. Ese trabajo, junto a Germán Sánchez, es la base del éxito que ahora disfruta.
Aunque los rezagos de la rebeldía asoman de vez en vez. “Soy muy caprichudo, me enojo y lo que me dice Iván (Bautista) me entra por un oído y me sale por el otro. Ya no quiero escuchar, me bloqueo y eso me afecta bastante. A veces me quiero salir de entrenar, pero tengo que ir aprendiendo”, admite.
Iván García (25 de octubre de 1993) tiene apenas 18 años. La vida de cualquier joven de su edad es diferente. Fiestas, amigos, diversión. El ha renunciado a todo para perseguir un sueño. “No lo veo como sacrificio, porque hago las cosas con gusto, me limito porque no salgo mucho, voy a casa de un primo, me dice vamos a una fiesta y no puedo, tengo que entrenar temprano”, señala.
“Esas cosas las dejo a un lado. No es que no quiera, sí me gusta. Pero sé lo que quiero. Antes no sabía. Siempre tengo en mi mente la meta y sé que para llegar, tengo que hacer las cosas que debe hacer un deportista, no estar saliendo a fiestas. Ya tengo otra perspectiva, ya lo veo de otro lado”, asume con madurez.
Es amante de los autos BMW y de la música de reggaetón. Es Iván García, el niño problemático que se convirtió en medallista olímpico. “No me imagino mi vida si no fuera deportista. A lo mejor tenían razón los maestros: le decían a mis papás que iba a ser delincuente porque sí era muy, muy desordenado. Me acuerdo una vez le escupí a una maestra. No sabía lo que hacía”, rememora. Hoy que ya lo sabe, le ha dado a México la primera presea de Londres 2012.
Germán Sánchez: talento de niño genio
Germán Sánchez siempre mostró cualidades para las piruetas. Lo que era su diversión encontró un cauce productivo cuando una de las salvavidas de la Unidad Deportiva Adolfo López Mateos, en Guadalajara, Jalisco, le recomendó a su padre que tomaran ese talento nato con seriedad y se iniciara en los saltos ornamentales.
Germán, quien no contaba con experiencia previa practicando deportes de iniciación temprana como la gimnasia, llegó al CODE Jalisco a hacer una prueba y quedó seleccionado en el equipo. En poco tiempo, aprendió los clavados, aunque al principio se le dificultaba enfrentar la altura de los trampolines; sin embargo, para 2006 ya tenía ejecuciones desde la plataforma de 10 metros.
La fosa jaliciense veía pulirse el talento de un 'niño genio' de los clavados, en ascenso a lo más grande. En la temporada 2007 sus resultados anunciaban el nacimiento de un campeón: ganó oro Centroamericano y oro panamericano, ambos títulos en la categoría juvenil, pero luego se llevó el oro del Campeón Nacional de 1ª fuerza. En 2008, con el quinto lugar del Grand Prix de Madrid, España se abrieron las puertas a sueños que rebasaban las expectativas: buscar la clasificación olímpica.
Sánchez llegó a la Copa del Mundo de clavados de Beijing, China como el novato del equipo mexicano; sin un evento similar en su calidad competitiva, y sin embargo, tas culminar en el sitio 17 de la plataforma de 10m individual, logró la clasificación a los Juegos de Beijing 2008. Fue el hombre más joven de la Delegación Mexicana, en aquella justa, con sólo 16 años de edad, y un futuro promisorio. En la pasada edición de la justa, terminó en el sitio 22 general de los 10m individual, con un acumulado de 399.35 puntos…pero lo mejor estaba por iniciar.
Para el arranque del ciclo olímpico presente, con Iván Bautista como su entrenador, Germán preparó con Iván García los saltos sincronizados, desde la plataforma de 10m. Aún siendo juveniles, los jaliscienses terminaron en octavo sitio de los Campeonatos Mundiales FINA de Roma 2009; al año siguiente, se llevaron el oro de los Centroamericanos de Mayagüez 2010, y Germán, además, el oro individual de esa justa.
Para 2011, los mexicanos se ubican en el séptimo sitio de los 10m sincronizados, en los Mundiales FINA de Shanghai 2011 y tres meses después se cuelgan el oro de los Panamericanos de Guadalajara 2011; sin embargo, en esa justa Germán no logró clasificarse en la prueba individual y debió apoyar desde la tribuna a su coequipero García Navarro, quien se colgó también el oro del evento.
Fue en febrero pasado que el sueño empezó a cobrar vida: durante la Copa del Mundo de Clavados, de Londres, Inglaterra, Germán e Iván ganaron la medalla de plata, enmarcada con la clasificación a los Juegos Olímpicos; casi cinco meses después, regresan a la misma fosa, obteniendo el mismo sitio, pero entre los colores del movimiento olímpico.
cfp

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