jueves, marzo 06, 2008

DEL INMEJORABLE MONO DORADO.





martes, marzo 04, 2008

CITA: SÁBADO A LAS NUEVE TRENTA.
Laura se ha despertado a las ocho y media de la mañana. A tomado una nube, leche con un poquitín de café. Se lo ha preparado Juan, su novio, y padre de su hijo Aarón de seis años.
Juan aparte de la nube le ha preparado un croasán con mermelada de frambuesas. Pero los cuernos no han sido mordidos, ni siquiera pellizcados. El apetito no acompaña a Laura. La verdad que levantarse un sábado para ir a recoger unas mamografías, no tiene que abrir el apetito a nadie. Y más pensado que el bulto del seno derecho puede ser un tumor.
Juan abraza a Laura y la besa. Laura tiene los labios de puzzle que encaja con la boca doblada de Juan. Laura es una chica bonita, de piel blanca moteada por unas pecas. Tiene un pelo negro liso que se peina con las manos antes de cerrar la puerta. Cuando le preguntan que cuando cumplió los treinta, siempre dice que cuando se terminó los veintinueve. Es difícil acertar su edad, aun conserva el olor a nenuco y un circo en sus ojos. Se va.
Juan le da el desayuno al niño, un cola-cao y un bollito con mantequilla. Aarón ladra que no le gustá la fruta "espachurá" Asi que nada de mermelada.
Juan solo toma un vaso de leche con jalea real. Tiene un pellizco en el estómago. Las cosas no van muy bien. Tiene problemas en el trabajo, y llega justo para pagar la hipoteca. Los setecientos euros que gana Laura más los suyos, no son suficientes. Piensa en vender el coche. Piensa que todo es una puta mierda. Y más mierda y puta es si a Laura le pasara algo.
Pone la chaqueta Aarón mientras le da el último sorbo al cola-cao frio. Y como cada Sábado, si hace bueno, dan un vuelta por el paseo marítimo a que les de un poco el sol. Hoy sin Laura.
Lo que más le gusta Aarón es pasear cerca de las piedras, donde los gatos se esconde y juegan entre las rocas erosionadas por un mar turbio y verde. El gato que más le gusta a Aarón es uno que hay atigrado y sin rabo. Juan le contó, que cuando Noé hizo el arca y cerró la puerta, le pillo el rabo. Y para pedirle perdón le dio siete vidas. Aarón siempre se queda un buen rato observandolo, intentando adivinar cuantas vidas le queda al gato. Después de un paquete de pipas y unos gusanitos de ketchup, se sientan en un banco frente al mar, al lado de una pequeña fuente y un lavapies. Los dos callados cierran los ojos con una permanente mueca, como si estuvieran oliendo al sol.
Juan no puede relajarse. La hipoteca, Laura, el futuro de su hijo, el coche, la muerte de su amigo punzan el corazón de Juan. No sabe cómo va a soportar todo eso, y lo que le queda. A veces piensas que es débil. Y que debió a verse preparado unas oposiciones o algo. Y no ganar lo que gana. Al final el dinero es lo que importa.
-¿Papi? -Interrumpe su hijo el monólogo interior de su padre.
-Dime.
-¿Cómo han llenado todo eso de agua? -Dice señalando el vasto mar.
Juan se ríe, y le da un beso.
-Supongo que con una jarra muy grande.
El móvil vibra en el bolsillo de Juan. Sus piernas se apagan. Es Laura. Juan se levanta del banco con el corazón en la nuez, le da una orden imperiosa al niño de que se quede bien quieto.
-Dime...
-Que nada gordo, que no es maligno...
Un silencio. El corazón vuelve a su sitio, las piernas se conectan con el sistema nervioso.
-Menos mal...Tú teta derecha, era mi preferida.
Laura y Juan ríen y hablan durante unos minutos. Hoy cenan pizza. Juan se despida con cuatro besos. Cuelga y se dirige hacia el niño con una sonrisa de anuncio de "colgate". Aarón le contempla.
-¿Qué pasa Papi?.
-Que mamá esta bien...
-¿No han dado otra vida como al gato no?
-Si, hijo -Suspira entrecortado- Otra vida. Como al gato...

2 comentarios:

La mirada del mono dorado dijo...

gracias, por considerarme bueno.
tu para mi eres espectacular.

Un abrazo muy fuerte.

DJ Mister Ka dijo...

Yo también tengo un blog que habla sobre discapacidad:
http://discapacimex.blogspot.com

LOS INVITO A ENTRAR.