La Historia de una Sirena
En vaivén salado arroja,
y golpea el mar las rocas,
las moldea, las consume,
pulveriza con sus olas,
las trasnocha, las seduce,
las abraza y las devora.
Les da forma de sirena,
que se adorna, caprichosa
le regala espuma etérea,
le corona alguna rosa
y adhiere blanca arena,
que sus formas siempre bese,
que recubre, pegajosa
ambrosía le concede
Es el mar un ciego artista
que sus senos acaricia
que da forma a su cintura
y la firma con maestría,
la posee, la hace suya
y la sella con malicia.
La sirena agradecida,
mar adentro se aventura
ella sabe de peligros,
de contrastes y amarguras
pero al mar debe la vida
y se baña con su Luna.
Horizonte oscuro, funde
en su amor oculto y mudo
donde el astro sol se hunde
sus placeres son nocturnos
danzan ya narcotizados
sus anhelos contenidos
arrebatos delineados
por deseos reprimidos
Ya en quietud de aguas mansas
extasiados... a dormir
tras silencios, madrugadas,
despertar y revivir
deslizando marejadas,
los vaivenes recomienza,
la Sirena hechizada
sus ausencias recompensa.
A destiempo se alimenta
de su mar y besa el viento
flota suave, tersa, tibia...
es vapor, sudor.. y aliento
se sostiene ambiguo día,
y renace con la noche
enroscando sus cabellos
ella evoca así su goce.
Þαтяιçια
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