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Tashirojima, la isla de los gatos de Japón
Los amantes de los gatos se alegrarán sin duda al conocer que existe una isla en el mundo dedicada única, y exclusivamente a los queridos felinos. La adoración que ha expresado desde siempre la cultura nipona alrededor de la figura del gato, ha sido sin duda tan admirable como llamativa. De ahí que esta pequeña isla de Tashirojima se alce como un rincón de culto no solo para los seguidores de tan plácidos y enigmáticos animales, sino para todo aquel que como nosotros, sienta aprecio por todo lo curioso que esconde nuestro mundo.
Se les rinde un culto en cada rincón, y en especial en un santuario muy particular en cuya fachada, aparece la imponente y elegante figura de un gato. La armonía entre felinos y humanos es total y absoluta, tanto, que es habitual la llegada de continuos turistas ataviados con su curiosidad y sus cámaras dispuestos a llevarse un recuerdo gráfico de la isla de Tashirojima.
Dada esta curiosa simbiosis entre la admiración y el cariño, uno puede pronosticar que la pervivencia de los felinos está más que asegurada, pero existe un grave problema que el gobierno de Japón ya ha puesto en evidencia: más del 80% de la población de la isla tiene más de 65 años, y esto significa que a largo plazo, cabe la posibilidad de que la isla quede desierta. De que nadie cuide y alimente a los gatos. De que los gatos se queden cómo únicos habitantes de esta isla.
Así pues y como reclamo, se ha decidido catalogar a esta isla como destino turístico. Se han habilitado casas y se han mejorado las infraestructuras para atraer a un público más joven, para que el día de mañana, siga existiendo la convivencia entre humanos y felinos. Así pues, si algún día decides viajar a Japón, no olvides acercarte a Tashirojima, la población anciana te lo agradecerá con una sonrisa, y los gatos, seguramente, se acerquen a ti llenos de curiosidad enroscando su rabo en tus piernas.
Pero eso sí, debes recordar que hay una cosa totalmente prohibida en esta isla: los perros.
La isla sagrada de Tashirojima
Para los japoneses, los gatos son un símbolo indiscutible de buena suerte. No importa que sean negros, en absoluto. Los queridos felinos de mirada sabia, afilados bigotes y sibilinos movimientos, son la expresión más auténtica de la bondad, la suerte, y también la riqueza para la población de este país. La máxima representación de esta creencia se traduce en una pequeña isla de la prefectura de Miyagi, llamada Tashirojima. Allí viven plácidamente miles de gatos que son tratados como auténticos dioses, como criaturas divinas a las que cuidar y alimentar por los escasos 100 habitantes que residen en esta pequeña isla.
Pero ¿Cuándo empezó esta costumbre? te preguntarás. Todo tiene una explicación lógica y comprensible. Tashirojima tenía como principal actividad económica la cría de gusanos de seda. El hecho de acumular estos pequeños animales en naves habilitadas para ellas, desembocó en una plaga descontrolada de ratones. Las consecuencias no tardaron en aparecer… las orugas desaparecían, se acumulaban los daños, las pérdidas y también las enfermedades. ¿Cuál era pues el remedio?
Gatos. Los residentes empezaron a traer gatos, a permitir que se reprodujeran, a darles una vida tranquila por las calles de la isla por donde podían moverse con total libertad. Pero cuando se les pregunta si fue esta la razón por la que Tashirojima se ha convertido en la isla de los gatos, los nativos responden con una negativa por unanimidad. Ellos, sencillamente adoran y veneran a los gatos desde siempre, son felices viéndolos por la calle, acariciándolos, velando por su salud y por seguridad.Se les rinde un culto en cada rincón, y en especial en un santuario muy particular en cuya fachada, aparece la imponente y elegante figura de un gato. La armonía entre felinos y humanos es total y absoluta, tanto, que es habitual la llegada de continuos turistas ataviados con su curiosidad y sus cámaras dispuestos a llevarse un recuerdo gráfico de la isla de Tashirojima.
Dada esta curiosa simbiosis entre la admiración y el cariño, uno puede pronosticar que la pervivencia de los felinos está más que asegurada, pero existe un grave problema que el gobierno de Japón ya ha puesto en evidencia: más del 80% de la población de la isla tiene más de 65 años, y esto significa que a largo plazo, cabe la posibilidad de que la isla quede desierta. De que nadie cuide y alimente a los gatos. De que los gatos se queden cómo únicos habitantes de esta isla.
Así pues y como reclamo, se ha decidido catalogar a esta isla como destino turístico. Se han habilitado casas y se han mejorado las infraestructuras para atraer a un público más joven, para que el día de mañana, siga existiendo la convivencia entre humanos y felinos. Así pues, si algún día decides viajar a Japón, no olvides acercarte a Tashirojima, la población anciana te lo agradecerá con una sonrisa, y los gatos, seguramente, se acerquen a ti llenos de curiosidad enroscando su rabo en tus piernas.
Pero eso sí, debes recordar que hay una cosa totalmente prohibida en esta isla: los perros.
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