MI TUCITA
Tucita es una ardillita negra, tan negra que parece terciopelo. Es muy mal geniuda, no le gusta que la hagan esperar, siempre tiene prisa como el conejo de Alicia, quiere un servicio rápido y para llevar.
Llega muy temprano por la mañana, se sienta por un rato, se mira las uñas, se peina su cola peluda y esponjada y se rasca la panza.
¡Que mal servicio!, ya son las 7:30 y el mesero no llega!!!, sin duda meteré una queja!!, habla fuerte para que todos en la cerrada la escuchen.
Cuando salgo, solo me hecha una mirada de reojo y con una cara de: " A ver a qué horas te despabilas y me atiendes como yo me merezco". Me cae bien. A pesar de su mal genio, le he tomado cariño.
Sin embargo, cuando miro sus ojos, veo que no es para nada mala. Su mirada es muy profunda.
Cuando la veo me pregunto quien la espera en su casita, ¿Tendrá hijitos?, tal vez por eso siempre que viene tiene prisa.
Por las tardes también se da su vuelta, a veces come cacahuates, otras uvas y tortillas. Le gustan las manzanas amarillas. El mango no lo desprecia, le gusta la variedad. Pero de vez en cuando se da un gusto y saborea las deliciosas galletas Marías.
Brinca a lo alto de un tubo y desde ahí mira su reino. Ella es la reina de las ardillas. Aunque tenga su alimento, no deja que nadie mas coma al mismo tiempo.
Mi Tucita loca, cuánto te quiero!!!
Escrito por Lucía Marín.
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