Había una vez en el Pueblo de Xoco, una ardillita llamada Pelonchas, Pelonete cabeza de cuete.
¿Quieres saber porque se llama así?
Pues porque Pelonchas es una ardillita macho, muuuuy macho, que por peleonero se quedó con poco pelo y con la cola rabona...
De todas las ardillitas del Pueblo, es el más atento para escuchar cuando es la hora de la comida.
Corre por el cablerío, primero a la drecha, luego toma a la izquierda, tres pasos hacia abajo del árbol y por último un brinquito a la azotea, donde apilados de dos o de a tres, se encuentran esos deliciosos cacahuates.
Tiene bien afilado el único diente que le queda.
Cuando agarra un cacahuate, lo olfatea por todos lados. Parece un experto en vino, cateando una bebida de lo más fina.
Cuando al fin lo mordisquea y saca el preciado tesoro, se lo come despacito, mirando al cielo y haciendo malabares para que su único diente pueda machacar su alimento, para que por supuesto no se le atore en el pescuezo.
A Pelonchas no le gusta compartir, es una ardillita muy cascarrabias. Si ve a alguna ardillita a su alrededor, le mete una buena corretiza.
¡¡Ay Pelonchas peleonero!!
Pelonchas, pelonete cabeza de cuete.
Nunca dejarás de ser un buscapleitos.
Ecrito por Lucía Marín.
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