De aquel hermoso sueño de volver a ver luciérnagas
queda este sabor a noche húmeda,
a bosque tibio.
Esas pequeñas lucecitas
que encendían mi corazón al mismo ritmo,
latiendo bajito, latiendo bajito.
Mis ojos buscaban
mi alma soñaba...
mi espíritu se volvió valiente
La noche dejó de ser amenazante.
Y esas pequeñas lucecitas
que encendían mi corazón al mismo ritmo,
latiendo bajito, latiendo bajito.
Paso a paso
bajo la tierna lluvia
de una noche
que iniciaba.
Una aventura
un sueño
un suspiro.
Y esas pequeñas lucecitas
que encendían mi corazón al mismo ritmo,
latiendo bajito, latiendo bajito.
Noche que nos abrazó
y nos apretó
contra su pecho.
La ilusión me dió su mano
pensamientos
que levantaron el vuelo
para llevarme a su lado.
Y esas pequeñas lucecitas
que encendían mi corazón al mismo ritmo,
latiendo bajito, latiendo bajito
sorbiendo mis lágrimas.
Lucía 18/07/2013
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