Pienso en ella, pienso en su familia, pienso en la vida que a veces no es suficiente darlo TODO y luchar hasta desangrarse, simplemente a veces no es suficiente y me da mucha tristeza, dolor y deseperación.
Por eso, yo no voy a olvidar a María Salud, porque era una mujer como yo, y que a pesar de que tomó una decisión y lucho hasta el último segundo de su vida por sobrevivir, no le alcanzó, pero me enseña que aunque veamos que tal vez sea inútil luchar, tenemos que INTENTARLO HASTA EL ÚLTIMO SUSPIRO DE NUESTRA VIDA.
La vida es un suspiro nada más, no sabemos cuando se va a terminar, pero hay que vivir y hay que seguir luchando y seguir soñando, tratando de ser felices y disfrutar cada día.
Gracias María Salud, porque aunque no soñaste en ser una heroína, si nos dejas un gran ejemplo, y deseo con todo el corazón y el alma, que descanses en paz, que Dios te tenga en su corazón y alivie todo ese miedo que debiste haber sentido, y te abrace y te dé consuelo y sobretodo paz a tí y a toda tu familia.
Porque esto que pasó y a todas esas personas que perdieron la vida sin razón, de una forma terrible, no deben ser olvidadas nunca, y a cada uno le deseo que Dios los tenga a su lado, en paz y en amor por siempre.
AMÉN.












