A veces pareciera que fue hace un momento y otras como si hubiera pasado una eternidad, pero lo cierto es que el dolor no cesa y mi mente se niega a creer que ya no estás, a veces me engaño pensando que estás en tu casa y que si te mando un mensaje me lo vas a contestar.
Estos tiempos nos han dejado con el corazón muy roto y es difícil encontrar optimismo y paz.
Nos dicen que las cosas están mejor y hasta quieren poner el semáforo verde para que toda la gente se aloque y salga a la calle y regresen a sus oficinas como si nada hubiera pasado, pero la verdad es que sí está pasando y sigue pasando, y mucha gente no entiende que aún con las vacunas se tienen que seguir cuidando. El problema no es ir a trabajar o al super o seguir con tu vida.
El problema es no respetar las reglas tan sencillas que parecieran de guardar tu distancia y seguir usando un tapabocas.
Me quiebro la cabeza pensando en qué fue lo que te pasó, si eras tan cuidadosa y precavida y eras tú la que siempre me dabas consejos, pero sé que es tan inútil pensar en eso, nada cambiará la realidad de tu partida.
Te extraño mucho amiga, el camino se me hace muy triste sin ti.
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