DISCO LEÑA VERDE
TÚ Y NADIE MÁS
Este disco fue grabado en 1980, cuando yo estaba en plena adolescencia, me acuerdo que llegaba de la recién estrenada secundaria, y me gustaba escucharlo de ida y vuelta mil veces, tirada en el piso de la sala, me gustaría recordar que pensaba cuando cantaba a voz en cuello: "Eres Leña verde que no enciende, agua que nunca se bebe, árbol que no echa raíz..." Mi primer novio lo tuve hasta segundo año de preparatoria, así que no podía tener el corazón partido, el único amor que conocía, era el amor platónico que a tan corta edad ya sentía ( y aún después de muchos años ) sigo sintiendo por José María Napoleón.
Mi pobre disco esta medio amolado, pero lo disfruté muchísimo!! y creo que aún ahora que el CD VIVE, ha sido uno de los más exitosos en la carrera de José María Napoleón, este sigue siendo mi consentido y tiene un valor sentimental muy especial, aunque no fue el primer disco que pude tener de él.
Quizá es porque me gustaban todas las canciones de la A a la Z, y me gustaba cantar y ver al mismo tiempo esta hermosa sonrisa en la portada de mi disco.
Esta mirada chispeante, que muchas veces imaginé que me estaba mirando y era mi novio, sólo mío y estaba muy feliz de serlo, nada más basta ver como sonríe con los ojos...
Imaginar que al caer la tarde estábamos en ese rinconcito de la contraportada de su disco, viendo llover, él leyéndome poemas y yo adorándolo sentada junto a la chimenea, que en alguna parte de ese rincón se encuentra aunque no alcanzó a salir en la foto.
Locuras de adolescente enamorada, escribiendo versos que quizá sí, o quizá no, lleguen a sus manos, no lo sé... no sé si a veces es mejor guardar esos sueños para una sola, o para estás páginas que de alguna forma son sólo de una y que lee algún desconocido que tal vez se ría o tal vez salga despavorido, pensando que son puras tonterías...
Pero en este recorrido, por los discos que han sido parte de mi vida, que bonito es saborear mis recuerdos.
No sé si porque escuchaba tanto este disco o sí porque quizá mi papá se ponía celoso de Napoleón, pero muchas veces le quitaba la aguja al tocadiscos o le quitaba un resorte que yo aprendí a arreglar poniendo una de mis ligas para el cabello, me volví experta en arreglar ese viejo tocadiscos que era un mueble al que le tenía un cariño muy grande porque era de donde salía la voz de mi adorado!!.
Lucía/17/08/2016
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