GRANIZOS
Desterrado y despojado de luz cierro mis ojos para romper silencios y adentrarme en la niebla en que vivo y que trasmuta todo lo mío y todo lo que amo.
Tal vez olvidé mi humanidad y no entendí que mi corazón tan frágil pudiese mitigar tan repentinos fractales.
Tal vez olvidé la mismidad confiada e ilusoria que se pierde en la nada; que las espinas hacen sangrar eternamente. En un laberinto doy vueltas sin llegada, solo abismos. Es tan profundo el vacío y sin embargo floto en el encierro.
Se proyecta mi cuerpo entre la bruma y solo encuentro silencios. Apenas susurran mis labios.
Apenas pienso;
Crepúsculos pasados de tardes olvidadas, llantos, penas de soledad que bajan por todo mí ser. Como la humedad entre la bruma, como el frío que circula y que hiela mis huesos. No quiero pensar más en los granizos que caen sobre mi alma, en los anhelos de mi sueño; pues se han ido por el abismo de mis propias manos.
Y en este laberinto siguen mis huellas, la niebla y el granizo, la humedad y la bruma, mis manos se aferran a mi cuerpo para encontrar esencia y sin embargo sigo flotando en el vacío. Mis ojos ven auroras cercanas, Quizá renazca con mi muerte el porvenir.
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