12 Ene, 2009
Propios y extraños de Acapulco han
tenido la oportunidad de admirar la
“Flechadora de las Estrellas del
Norte”, ubicada en la costera Miguel Alemán, la principal avenida de
esta ciudad; figura hermosa, delicada y representativa del arte mexicano, mejor
conocida como
“La Diana Cazadora” mismo nombre que recibe la
glorieta en la que está ubicada.
Esta escultura no representa un adorno
más en este puerto, es el reflejo de cambios políticos, sociales y culturales
que dan forma a lo que es hoy nuestro México.
“La Diana Cazadora”, inicia su
historia en 1942, cuando el entonces presidente de México, Manuel Ávila
Camacho, decide implementar un programa de embellecimiento de la ciudad que
consiste en colocar fuentes en las glorietas más representativas de la capital.
Así es como el arquitecto Vicente Mendiola y el escultor Juan Olaguíbel fueron
comisionados para la realización de una fuente en la glorieta que se localizaba
sobre el Paseo de la Reforma cerca de la entrada al Bosque de Chapultepec.
Eligiendo el tema de la Diana, Diosa Romana de la cacería, sin embargo para
darle una característica mexicana, esta diosa romana en vez de cazar con su
arco bestias en los bosques, flecharía las estrellas de los cielos del norte –
particularidad que da origen al nombre de la escultura -.
Helvia Martínez Verdayes, fue la
figura femenina que se eligió como modelo de la Diana, una jovencita con sólo
16 años de edad, que trabajaba como secretaría en las oficinas de Petróleos
Mexicanos y que en secreto posó desnuda para el escultor sin recibir ningún
tipo de remuneración más que la vanidad de su cuerpo inmortalizado.
En abril de 1942, la escultura de
bronce estaba terminada, sin embargo aunque la Diana Cazadora, representó una
de las obras de arte más aclamadas, también levantó gran controversia, pues la
sociedad con ideas conservadoras y cargadas de moral, reaccionó alarmante ante
una figura que revelaba una preciosa anatomía al desnudo. Las críticas y el
escándalo social, provocaron que la pieza fuese censurada, y le tuvieran que
colocar vestiduras de bronce. Con el tiempo la mentalidad de la sociedad
mexicana cambió y con motivo de las Olimpiadas de México en 1968 y en respuesta
a una petición de Olaguíbel, la desnudez de la Diana fue descubierta en su
totalidad.
La pieza Original fue tan perfecta que
aún con los daños causados al quitarle las vestiduras de bronce es conservada
en este puerto, mientras que la que se ubica en la ciudad de México, es una
copia fiel de la original.
En Acapulco ha sido todo un ícono y
hoy una hermosa fuente que representa uno de los lugares simbólicos de la
ciudad, luciendo la belleza de la pieza artística de la Diana Cazadora, la
escultura que muestra una figura femenina de perfectas medidas, que sin duda ha
sido y sigue siendo la Dama más bella de Acapulco.