martes, marzo 13, 2012

LEYENDA DE ACÁTL Y QUIÁHUITL


La leyenda principia cuando una tribu yope que se había establecido en las inmediaciones de la bahía, se ve atacada por otra de origen náhuatl, que los derrota y obliga a huir. La tribu náhuatl era nómada por lo que transitoriamente se establece en el lugar que arrebatara a los yopes. Durante su estadía en la cuenca de la bahía, nace Acátl hijo del jefe de dicha tribu, quien lo encomienda a la protección de Quetzalcóatl. Los nómadas abandonan el lugar que ocuparan en busca de otros sitios de caza. Transcurren los años y Acatl, con el consentimiento de su padre, parte en busca de su futura esposa y en su peregrinar llega al sitio donde se encontraba una tribu y se enamora perdidamente de Quiáhuitl, la hija del jefe, sin saber que pertenecía a la tribu yope que su padre había derrotado.
El padre de Quiáhuitl, por el odio y rencor que tenía contra el padre Acatl que lo había expulsado de las inmediaciones de la bahía, niega el permiso para los esponsales y maldice a Acátl, invocando a sus dioses para que lo hechicen. Acátl entristecido, llega al refugio donde había nacido y dando paso a su desilusión, sin saber que con ello se cumplía el hechizo, lloró tanto su amargura, que las perlas incontenibles de sus ojos humedecieron su atlético cuerpo, que poco a poco se fue deshaciendo, derritiéndose completamente, para convertirse en un charco de lodo y no de sangre, del cual, como hijos de Acátl, brotaron unos carrizos.
Quetzalcóatl, furioso por el daño que le habían ocasionado a su protegido, castiga a los yopes en la persona de Quiáhuitl, convirtiéndola en una nube. Una tarde la nube penetra por la bocana a la bahía y habiendo localizado los carrizos, hijos de su amado Acátl, la furia y celos la invaden, por lo que se arroja sobre ellos en forma de tromba, destruyéndolos y arrasándolos para morir en el lodazal y fundirse en Acátl. 

No hay comentarios.: