Desde que tengo uso de razón, recuerdo que teníamos un tocadiscos que para mí era un aparato inmenso e impresionante. Siempre me impresionó mucho que de un disco de plástico con textura y circular pudiera salir música, era auténtica magia para mí, que con sólo girar escuchara canciones, incluso audio cuentos. Debí ganar la confianza de mi mama desde muy chico, porque me permitía colocar la aguja del tocadiscos ya fuera para empezar el disco o escuchar a lo lejos ... Voltea el disco!!. Lo hacía con mucho cuidado, ya que si lo hacías mal podías rayar o estropear una canción y más cuidado porque eran sus discos favoritos y lo siguen siendo hasta la fecha los discos de Napoleón. Recuerdo aprenderme las letras y pensar en ellas, yo siendo muy chico me sorprendía que debía aprovechar la vida, porque: "Nada te llevarás cuando te marches", esas palabras son muy claras, yo sabía que hablaba de la partida de esta vida, así como también si quería llamarme "Hombre", no debía interrumpir mi jornada y puedo decir que eso tuvo una gran influencia en mi para empezar a trabajar desde chico y aportar algo a la casa, lo cual me lleno de satisfacción y aprendizaje. Prácticamente he crecido y vivido escuchando sus canciones y cada vez que analizo sus letras, encuentro que con el paso de los años uno va teniendo nuevas experiencias y aunque sean las letras que ya conozco, tienen un nuevo significado, dependiendo de la etapa de la vida en la que te encuentras.
Para mí Napoleón era una persona que podía escuchar en un disco, pero que veía en la portada de este el paso del tiempo y el desgaste en la envoltura, un poco borrosa la imagen, por lo que escuchar su potente voz llena de vida, me hacía imaginar que ese tocadiscos era una máquina del tiempo, que podía llevarte a aquéllos años y escucharlo en vivo. Pasó el tiempo y llegó la tecnología y llegó Napoleón también, ahora podías escucharlo en un cd. Recuerdo ver la portada y por fin podía ver una foto actual, definida, un disco nuevo de Napoleón. Cuál fue mi impresión, que su voz se escuchaba igual de potente y llena de vida como si el tiempo no hubiera pasado, expresando esa fuerza y vitalidad como pocos, además con la publicación de su libro "Yo sólo quería ser Torero!", tuve la oportunidad de leerlo, ya que mi madre lo consiguió y nuevamente me impresionó y me motivó fuertemente debido a que descubrí más de su vida y de sus hábitos, uno de los que me llamó más la atención es que le gustara hacer ejercicio, nadar y correr.
Corre desde los 11 años. Hizo el maratón de Atlanta en 1987, año en que yo nací. Compitió 14 veces en el Maratón Guadalupano de Aguascalientes!. Así como su amigo Don Mario Medellín quien a "sus 99 años con una lucidez que asombra y una fortaleza que provoca, cada tercer día le da 30 vueltas a una Alberca Olímpica de 50 metros de largo, osea 3km y lo hace tan tranquilo".
Recuerdo en la firma de autógrafos en Perisur (como la tercera a la que yo pude asistir), preguntarle si él también nadaba ya que había leído su libro y me había asombrado que hiciera mucho ejercicio, como correr, me respondió con alegría y orgullo: "Sí, le doy 10 vueltas a una alberca olímpica cada vez que puedo ir a nadar!.
Por último, les contaré la primera vez que lo conocí en persona. Yo ya lo conocía de lejos en los conciertos pero no es lo mismo. Fue en las instalaciones de Universal Music. Claro Música hizo un concurso en el cual mi mamá se ganó un pase doble para una convivencia. La dinámica era mandar una fotografía. Mi mamá mandó una fotografía con todos los discos que tiene en su colección y me invitó a verlo. Yo en ese momento tenía mucho trabajo y un horario extenso que cubrir, al cual parecía imposible faltar, pero era el sueño de la vida de mi mamá, era una oportunidad irrepetible y además también quería conocerlo y estar presente con ella en tan importante momento por lo que asistí a mi trabajo en la mañana y poco antes de la hora de comida apliqué mi acto de desaparición, al cual estoy seguro Haudini hubiera estado orgulloso y para mí fue de los momentos más memorables que tengo hasta ahora.
SIEMPRE he escuchado las canciones de Napoleón, mi mamá ha sido su fan desde hace muchos años y a mí también me gustan sus canciones, admiro su filosofía y que le guste el deporte, que haga ejercicio como nadar, correr y andar en bicicleta. Es una persona muy sencilla, pude conocerlo en persona en un concurso que claro video organizó y donde mi mamá se ganó dos espacios. Fue una experiencia inolvidable.
Ya después se dieron varias oportunidades de verlo en las firmas de autógrafos que ha organizado su disquera, en donde hemos podido platicar y reírnos un rato.