Aquel tiempo en que se veía a los niños jugando en la calle, ha quedado muy atrás. A pesar de que no me consideró una persona “pasada de moda”, (estamos hablamos de los años 70’s), creo que somos la última generación de los “juegos tradicionales”, como son “el bote pateado”, “un, dos, tres, calabaza”, “las escondidillas”, ni qué decir de los juegos de mesa como “La lotería tradicional”, y tantos más…
¿Qué pasó?, por un lado, la llegada de la “era de los video juegos” que fue encerrando a los niños en sus casas, por el otro la inseguridad, que ha ido marcando territorio y horarios en nuestras calles. Aunado a esto ha surgido el problema de la obesidad infantil, antes poco se hablaba de este tema, porque los niños se dedicaban a correr por todos lados y hacia todas direcciones, quemando calorías y pilas. Ahora es tan común que las escuelas manden a los niños al “Psicólogo” y que estos les manden medicamentos para que se estén quietos en clase… Me pregunto cuántos de todos los chicos “hiperactivos” a los que se les recetan estos medicamentos, realmente los necesitan, a algunos les sería suficiente con que les recomendaran hacer ejercicio, involucrarse en algún deporte y moverse mas.
¿Esto cambiará?...
En los últimos meses se han logrado rescatar y hasta remodelar algunos de nuestros parques en los que estamos empezando a ver nuevamente el alboroto de los niños más pequeños, ojala que sea tan sólo el principio de una nueva cultura de juegos al aire libre, hay que poner todos de nuestra parte para que así sea. Hay que enseñarles a nuestros hijos, sobrinos, nietos, que la verdadera “diversión” está en los jardines y en los parques, en salir a andar en patines, bicicleta, patineta, y en aquel triciclo rojo que quedó estacionado en el olvido…
Hasta los juegos de video están intentando que los niños vuelvan a tener la actividad física para lo que esos pequeños cuerpecitos están diseñados….
Yo me pregunto: ¿Dónde están las luciérnagas que atrapábamos en nuestros pequeños farolitos de papel para alumbrar las charlas de espantos?
Las pequeñas víboras que se escurrían entre nuestros dedos en los lotes baldíos en plena ciudad de México.
La curiosidad de los niños por conocer los insectos que hay en cada árbol, de cada parque, de cada ciudad.
Hasta las iguanas se han escondido ya bajo el asfalto, aunque algunas ardillas anden vagando entre cables de alta tensión y árboles en cada esquina.
Las competencias sanas entre los chicos y chicas, ahora se habla del “Bullying”, ¡¡¿Qué demonios es eso?!!
¿Por qué siempre escuchamos que millones de personas queremos un mundo mejor, sí todos estamos agachados tras nuestras ventanas, tratando de cubrirnos de la oscuridad que reina en nuestro mundo?.
Pienso en mis nietos y me pregunto a qué jugarán?, ¿Cuáles serán sus valores?
Los valores básicos nunca cambiarán, aunque la sociedad los esconda debajo del tapete y los pisotee, están destinados a permanecer y a ser salvados algún día para volver a reinar entre nosotros.
Lucía.